martes, 31 de enero de 2012

Estudiantes reclaman más y mejor educación

“Quiero que me enseñen, estoy por pasar al bachillerato, he revisado mi guía de estudio y me doy cuenta de que no sé muchas cosas”, expresa una estudiante de secundaria en el documental ¡De Panzazo!.


En clase el maestro habla por teléfono, otros, faltan a la escuela; los muros, las mesas, los bancos están roídos, son algunos de los reclamos que manifiestan los estudiantes.
El documental producido por la asociación civil Mexicanos Primero y dirigido por el cineasta Juan Rulfo y el periodista Carlos Loret de Mola, ofrece una radiografía del comportamiento de las aulas mexicanas capturado por doce cámaras simultáneas distribuidas entre estudiantes de tercero de secundaria en por lo menos seis estados mexicanos.
Luego de la presentación del documental realizada este jueves en el Distrito Federal, David Calderón, director general de Mexicanos Primero, dijo que el diagnóstico que ofrece la película es el de un sistema de educación nacional reprobado, pues siete de cada diezestudiantes por concluir tercero de secundaria no comprenden lo que leen.
Queremos dejar una ventana abierta al cambio, subrayar que nos queda poco tiempo para mejorar nuestras escuelas, tanto las públicas como las privadas, añadió.
El filme incluye escenas que hacen reír a los asistentes, pero en realidad es el drama de las escuelas mexicanas, expresó David Calderón.
Las risas se hacen escuchar cuando un estudiante del norte del país muestra el maltrato del mobiliario de su escuela y a pesar del estado de las instalaciones -que se aprecian rotas y rayadas- se le escucha aceptar su realidad de una manera peculiar.
No están bien preparados los maestros, reconoce una directora de escuela en la película, y en la sala de cine reina el rubor y el asombro, quizá sean los efectos de observar el flaco vínculo entre los padres y la educación de los hijos.
Los padres se involucran en la escuela cuando los maestros hacen paro y dejan de dar clases, pero ni en ese momento quieren saber de políticos ni de sindicatos, tampoco de la estructura detrás de las escuelas, lo que exigen son clases para sus hijos.
“Los padres educan a sus hijos en vista, solamente, de adaptarles al mundo actual, por corrompido que esté”, expresaba el filosofo Immanuel Kant en sus Reflexiones sobre la educación; tal parece ser la premisa de una madre soltera que, lavando autos, hace el esfuerzo cotidiano por enviar a su hijo a la escuela, con la esperanza de que encuentre un mejor futuro.
En el documental se hace un llamado al coraje y a la indignación como motor para cambiar el estado de la educación, metamorfosis que se advierte ardua cuando se ve a ex presidentes de México tomar como bandera a la educación para que al final de cada sexenio todo siga muy similar.
En una plática luego de la proyección de la cinta, David Calderón reconoció que “80 años de mala educación no se solucionan con 80 minutos de película”, lo importante es dejar de engañarnos, “no estamos medio bien, estamos muy mal”, subrayó.
El documental, que se exhibirá a partir del 24 de febrero en 200 salas del país, es una cinta compleja, en ella se escuchan voces tanto de estudiantes como directores de escuela, maestros, líderes sindicales y funcionarios encargados de la educación.
De a cuerdo con los productores, ¡De Panzazo! no busca sino llamar la atención sobre la magnitud del problema de la educación en México, considerar sus implicaciones y gestar el cambio.

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